martes, 12 de julio de 2011

OJOS PARDOS

Ojos que enturbian la luz que les llega, meros instrumentos empañados por prejuicios. 
Son sus propias legañas las que turban su comodidad pero ese don se le atribuye al diferente.
Ojos opacos que desenfocan su objetivo, percibiendo simples siluetas y censurando el tiempo destinado a al individuo.
Tristes pupilas de azabache inútiles e incapaces de corresponder a la función asignada.
Retinas desinhibidas por estereotipos con una fecha de caducidad diseñados por aquellos que tienen miedo a ser  ignorados. 
Mi aflicción es mayor que su ignorancia, observan por la mirilla sin abrir la puerta, desde lejos te dibujan con sus propias pinturas.


Mientras el ganado  siga comiendo del mismo pasto seguirán degustando la misma carne.

2 comentarios:

  1. Ser humano.
    Puros e inconscientes trámites que le convierten en uno más. Sin inquietudes, incautos y necios.
    Herencia de actitudes convencionalistas para aprensar al que es distinto.
    No quieren darse cuenta, pero en la excepción está la cualidad.
    Singulariedad, atipicidad... Extremos enemigos del que ignora.
    Somos errantes innatos, pero seguimos siendo. Y pueden continuar juzgando sin conocimiento alguno; tampoco averiguarán dónde alcanzan sus límites. Con el tiempo acaban siendo simples.
    Pues a nosotros, individuos distintos, automáticamente se nos ofrece un intenso apetito de madurez y de aspiración a conocer más allá de lo físico. Espirituales somos, y ya tenemos algo más que el resto.

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  2. una pena que solo veamos siluetas, digo veamos porque me incluyo en ese grupo, numeroso supongo, de ojos enturbiados por prejuicios. Nunca has tenido prejuicios? permita que lo ponga en duda.A razón de lo que leo parece sencillo ser "diferente, pero no creo que sea asi en realidad, lo único que nos diferencia son los fines que perseguimos, y si para ello hay que comer de la misma carne, pues se come.
    genial como siempre jose

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